martes, julio 26, 2005

La papa ese Alimento Señores y Señoras.

En Perú los primeros conquistadores españoles descubrieron que los Incas cultivaban para su alimento una extraña planta cuyo fruto crecía bajo la tierra: era la papa.
La papa llegó a España hacia 1550 y desde allí se extendió por toda Europa durante el siglo XVI. En 1750 la papa era ya considerada como un artículo de primera necesidad en todo el continente europeo y una de las cosechas más importantes de aquel entonces.
Francia fue el país europeo que más se resistió a aceptarla por desconfiar de ella como alimento. Sin embargo, ésta contó con numerosos defensores, entre los que se encontraba un agrónomo francés, Antonio Agustín Parmentier.
Contrariamente a la creencia general, Parmentier no fue el descubridor de la papa y tampoco el que la introdujo en Francia. Pero desplegó una ciencia, una paciencia, un ingenio prodigioso para darla a conocer y difundir su empleo, todo dentro del mayor y total desinterés.
Entre las estratagemas que utilizó para lograr su expansión y la aceptación de este tubérculo, es reconocida la que habla de un campo de papas que cultivaba en la misma París y que hacía custodiar fuertemente sólo durante el día, para así incitar a la gente a robar plantas por la noche y luego plantarlas en sus propios terrenos.
En la actualidad, la papa ocupa un lugar sustancial en la economía de los países y constituye el alimento básico de muchos de ellos.